¿La nueva política
proteccionista del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y sus ataques al
Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en verdad protegerán los
intereses de la industria automotriz estadounidense? Al respecto, siete
analistas del Instituto Peterson para la Economía Internacional indican en su “Observatorio
de tratados y política inversionista” que, más bien, el presidente Trump avienta
a los trabajadores y manufactureros de automóviles “debajo del autobús”. En el
artículo llamado “Trump's Proposed Auto
Tariffs Would Throw US Automakers and Workers Under the Bus”, los siete
especialistas coinciden en que las consideraciones de Trump por elevar los aranceles
estadounidenses al 25% en todas las importaciones de automóviles –incluidos los
vehículos utilitarios deportivos o SUV en
inglés, como camionetas y camiones– y repuestos de automóviles, invocando la
misma ley de seguridad nacional recientemente utilizada para imponer aranceles
al acero y al aluminio, es un arma de doble filo. El estudio muestra que, si lo hiciera, la
producción en estas industrias caería un 1.5% y causaría que 195 mil
trabajadores estadounidenses pierdan sus trabajos en un período de 1 a 3 años,
o posiblemente más. Las industrias automotriz y de piezas de Estados Unidos
perderían el 1.9% de su fuerza de trabajo. El análisis asume que no habrá
exenciones para ningún país o, incluso, para los socios del Tratado de Libre
Comercio de América del Norte, como en los casos de acero y aluminio. La
posible acción comercial afectaría a más de $ 200 mil millones de dólares en
importaciones estadounidenses.
FUENTE: Robinson,
Sherman et. al. “Trump's Proposed
Auto Tariffs Would Throw US Automakers and Workers Under the Bus”. Trade & Investment Policy Watch. Peterson
Institute. 05-31-18.
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