Para una buena parte de la Opinión pública la cumbre de Alaska entre Estados y Rusia que se llevó a cabo el 15 de agosto pareció no haber producido “nada más que una sesión fotográfica favorable para Putin”. El presidente ruso indicó que estaba interesado en ampliar las conversaciones sobre el conflicto con Ucrania para ir más allá, con un enfoque en las relaciones económicas entre los dos países, incluida una discusión sobre el Ártico y un acuerdo de armas nucleares. Estados Unidos parecía estar interesado en cubrir una agenda global más amplia al involucrarse como mediador. De ahí que las altas expectativas geopolíticas de Washington que se reflejó en una delegación de alto rango que incluía al secretario de Estado Marco Rubio, al secretario del Tesoro Scott Bessent, al secretario de Comercio Howard Lutnick, al enviado especial Witkoff, a la secretaria de prensa Karoline Leavitt, al director de la Agencia Central de Inteligencia John Ratcliffe, a la jefa de gabinete de la Casa ...