
La firma del STCA fue la
medida por la que optaron tanto el gobierno estadounidense como canadiense para
disminuir el número de solicitudes de asilo recibidas y eliminar la naturaleza
duplicativa del sistema de refugio en América del Norte, es decir, si el
estatus de refugiado le era negado a la persona en Estados Unidos esta podía
dirigirse a los puertos de entrada canadienses para hacer su solicitud. El
establecimiento de este acuerdo también pone en cuestión el principio de no
devolución (non-refoundment) establecido en la Convención de Viena sobre
Derecho de los Refugiados de 1951, respecto a la cual Canadá tiene
responsabilidades internacionales.
En
el año posterior a su entrada en vigor, los resultados del STCA fueron
favorables. En un principio, cumplió su objetivo pues las solicitudes a Canadá
disminuyeron drásticamente. Sin embargo, también ha tenido consecuencias
negativas. Para el año 2017, en la frontera norte de Estados Unidos se vio un aumento del
flujo de personas que cruzaban hacia Canadá de forma ilegal para evitar las
disposiciones del STCA. Esta tendencia pone en peligro a los
solicitantes de asilo, ya que los vuelve vulnerables a ser cooptados y
explotados por redes de tráfico de personas. Además de que el terreno por el
cual tienen que cruzar está poco poblado lo que dificulta su identificación por
parte de las autoridades fronterizas canadienses.
El
aumento en los cruces fronterizos no autorizados ha ocasionado la necesidad de
reexaminar el acuerdo. Al interior del parlamento canadiense, se pudieron
observar dos posturas. Por un lado, los conservadores propugnaron porque no se
les permitiera el acceso al sistema de refugio canadiense a aquellas personas
que cruzaran la frontera de forma no autorizada. Por otro lado, el primer
ministro Justin Trudeau del Partido Liberal mantuvo su promesa de mantener a
Canadá como un “país abierto”. Aunado a esto, las presiones externas generadas
por las acciones del presidente estadounidense, Donald Trump, ponen a Canadá en
una encrucijada entre mantener un enfoque de bienvenida o endurecer los
controles fronterizos que limitarían el ingreso a este país.
FUENTE: Sela Cowger, “Uptick in Northern Border Crossings Places Canada-U.S.
Third Country Agreement under Pressure”. Migration
Policy Institute. 26-04-2017.
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