Las
universidades que integran Estados Unidos han hecho de ese país una potencia
mundial en investigación y desarrollo tecnológico, sin embargo, el conocimiento
que se ha generado a partir de los resultados de las investigaciones siempre se
ha quedado reservado para el individuo que tenga el poder adquisitivo y sea capaz de acceder a él. En este sentido, diversas personas y organizaciones han
abogado por una democratización del conocimiento, como fundaciones, bibliotecarios
y piratas cibernéticos, quienes al mismo tiempo han librado una batalla digital
contra las editoriales que publican los estudios de las Universidades. En el
siguiente documento titulado “The war to free science”, los reporteros para
Vox en el área de ciencias Brian Resnick y Julia Belluz analizan las
consecuencias económicas y sociales de sobreproteger el conocimiento avanzado
que se produce en las instituciones académicas, así como también las
resistencias que se generan a partir de este hecho.

Pero la resistencia se ha generado en varios sectores:
bibliotecarios y científicos patrocinadores que negocian cuotas de suscripción;
científicos en general que han caído en cuenta que las revistas académicas son
abusivas y buscan alternativas para hacer que los servicios de revistas
electrónicas sean gratuitas; y lo que los autores llaman “cruzados del acceso
libre” que “excarcelan artículos de revista para hacer que los editores abran
el acceso”. Sin embargo, no siempre ha sido así. Los autores nos cuentan que en
la historia de las suscripciones a revistas académicas por correo eran comunes,
pero poco lucrativas, mientras que siempre recayó en manos de las Universidades
poder gastar dinero para comprarlas. Sin embargo, el precio de las
publicaciones electrónicas se ha disparado un +521% desde 1986 a 2014 para la
Universidad que busque una suscripción, mientras que el precio para el
consumidor se ha elevado en el mismo período de tiempo un +118%. En este
contexto Resnick y Belluz nos van relatando cuáles han sido las estrategias de
resistencia de las Universidades y otras entidades, las cuales, sin duda, deben
librar una batalla contra las grandes corporaciones.
FUENTE:
Resnick, Brian & Julia Belluz. “The war to free science”. Vox. 06-10-19.
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