Analistas del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento
Económico (IDIC), comentan que si el T-MEC fuera un “rehén” en el
legislativo estadounidense no afectaría de forma directa a la economía
mexicana, ya que se mantendría en vigor el documento que se firmó en 1992, que
se puso en marcha el 1 de enero de 1994. En caso de que los legisladores de
Estados Unidos no aprueben el T-MEC en el corto plazo y prevalezca el marco
legal del TLCAN, que rige en la actualidad, provocaría un escenario de
desequilibrio en la región de Norteamérica.
FUENTE: Echeverría, Mara. “T-MEC en la mira”. Reporte Indigo. 07-11-18.
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