El 6 de agosto, después de una reunión en Moscú, Witkoff anunciaba que Rusia estaba lista para retirarse de parte de la tierra que ocupa en Ucrania. Esta aparente concesión se produjo solo dos días antes de la fecha límite del 8 de agosto que Trump había establecido sanciones severas contra Rusia a menos que aceptara un alto el fuego, que como vimos en la segunda parte de este boletín, no llegó.
Mientras tanto, el experto en seguridad nacional Tom Nichols señaló en las redes sociales sugirió que “algo había salido muy mal” en Alaska si tantos líderes europeos venían a Washington con tan poca antelación después de una Cumbre entre dos de las potencias hegemónicas actuales como son Rusia y Estados Unidos.
Hablando con líderes europeos en una llamada telefónica desde el Air Force One en su camino a casa después de la cumbre con países europeos y Ucrania, A manera de intermediario y portavoz, Trump adelantó que “Putin rechazaba la idea de un alto el fuego e insistió en que Ucrania cediera territorio a Rusia”. También sugirió que se requeriría una coalición de países dispuestos, incluido Estados Unidos, para brindar garantías de seguridad a Ucrania. El 19 de agosto se llevó a cabo el encuentro entre Trump y Zelensky y con los principales líderes europeos que pugnaron por asegurar garantías de seguridad para Ucrania y Europa.
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