Editorial, The New York Times, 21-2-17
Los defensores del presidente Trump dicen
que las cifras de arrestos de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) son
similares a las del presidente Barack Obama, un enérgico deportador en jefe.
Tal vez sea cierto, por el momento, pero hay un mar de diferencia en el
contexto. Las promesas de campaña de Trump, refleja su falta de juicio, de
sentido común, su rechazo a prioridades de cumplimiento de la ley que hagan
énfasis en la seguridad pública y el respeto a la constitución.
En cambio, le da prioridad al miedo.
Trump impulsado su “fuerza de
deportación”. "Quiere triplicar la cantidad de agentes de la ICE. Quiere revivir
los acuerdos federales para facultar a los oficiales de policía estatales y
locales para que funjan como agentes migratorios. Quiere aumentar el número de
la base de detenciones y estimular el auge de las prisiones privadas".
"El sentimiento antisantuario,
antiinmigrante y antiasilo no solamente se limita al poder ejecutivo federal.
Los gobernadores y legislaturas de los estados republicanos bloquearán los
fondos de las ciudades demócratas que están a favor de los inmigrantes,
retrocediendo en la matrícula para residentes del estado y otras políticas que
favorecen a los migrantes, y sumándose a la causa popular de cumplimiento de la
ley de Trump. Esta batalla tiene muchos frentes".
"Si los senadores y diputados pueden
mostrarse valientes entonces las iglesias, las universidades, las escuelas, las
organizaciones de caridad, los sistemas de salud, las empresas, los productores
agrícolas y los artistas lo harán también". Continuar la lectura
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