Boote Paul, Canadian Council of Chief Exectives, 3-15
La primavera de 2007 vio al
Canadá un medio fértil para un arduo debate nacional sobre si el vigoroso sector
corporativo “estaba siendo minado” por fusiones
y adquisiciones extranjeras. El reto radicaba
en la venta de iconos corporativos canadienses tales como Alcan, Dofasco e Inco
a firmas globales establecidas fuera del país. Al regresar de nuevo a la Era de
del nacionalismo económico de Walter Gordon en los últimos 50 años, los canadienses
se preguntaban si el Canadá estaba destinado convertirse en “una economía de plantas subsidiarias”, controlado en gran parte
por intereses extranjeros. En respuesta, el gobierno federal conducido por el
primer ministro Stephen Harper estableció el panel de revisión de la política
de competencia de lo cual trata este documento del Canadian Council of Chiefs Executives a través de los trabajos del
Panel Wilson.
Los miembros de este panel proporcionaron una amplia representación
regional y sectorial a lo ancho del Canadá corporativo. Su mandato era conducir
la investigación y las consultas del asimiento para repasar políticas de la
competición canadiense y de la inversión extranjera: “un Canadá más competitivo
en el mercado laboral y cada vez más
global”. El panel comenzó su trabajo con un papel de discusión, “afilando el
borde competitivo de Canadá”, lanzado en octubre de 2007. El llamado de solicitudes a participar dio lugar al escrito
de 155 propuestas por parte de los Negocios, de la comunidad legal, de los gobiernos,
del sector académico, de los sindicatos y de la misma sociedad civil. Como se
constata en el documento, el panel revisó las mejores prácticas entre países de
la OCDE y comisionó más de 20 informes de investigación sobre issues de política relevantes.
Finalmente, el panel alcanzó los 150 individuos y grupos durante 13 sesiones a lo
largo y ancho del país. Ir a documento
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