Los líderes de veintitrés países del hemisferio occidental asistieron a la novena Cumbre de las Américas en Los Ángeles del 6 al 10 de junio, con un enfoque en “Construir un futuro sostenible, resiliente y equitativo”. La principal iniciativa económica de la administración Biden, en la Cumbre de las Américas, fue una lista de promesas vagas para “fomentar la innovación”, construir cadenas de suministro, crear empleos de energía limpia y otras ofertas genéricas. El plan “Asociación para la Prosperidad Económica”, ni siquiera fue discutido con otros países antes de la cumbre, la cual dejó en claro hasta qué punto la capacidad de Estados Unidos para formular políticas coherentes hacia sus vecinos está limitada por problemas internos. Los líderes latinoamericanos enfatizaron un conjunto alternativo de temas: hablaron sobre la pobreza y la desigualdad; el impacto económico de la creciente inflación; el costo de los alimentos, el combustible y los fertilizantes; y el aumento de la carga de la deuda de sus países, que tuvieron que hacer frente a una serie de problemas que no habían causado, incluidos el cambio climático, el tráfico de armas y los efectos económicos de la guerra de Rusia contra Ucrania, señalan Council on Foreign Relations y Atlantic Council.
Este boletín quincenal, es un seguimiento cronológico de temas actuales relacionados con la IA en Asia y Occidente, también se incluyen tópicos como: ciudades inteligentes, semiconductores, el mercado de valores, robótica y la carrera espacial entre otros. Para cumplir con ese propósito, se monitorean cotidianamente información de fuentes primarias, como medios periodísticos electrónicos, revistas electrónicas, base de datos de la UNAM y think tanks en donde se rescatan artículos, reportes, testimonios, datos duros actuales e infografías.
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