
En la conversación, el alcalde habló sobre el
Corredor CANAMEX, corredor estadounidense-canadiense-mexicano por el cual pasan
millones de dólares de comercio y, que también pasa por Nogales. Aunque, no es
comercio sólo para el estado de Arizona, sino para toda la nación.
Arturo Garino mencionó que la administración Trump
los ha presionado para afianzar sus fronteras. Sin embargo, el alcalde recuerda
que así no era la vida en Nogales, sino hasta principios de la década de 2000
cuando ocurrió la tragedia del 9/11 y la situación cambió dramáticamente. "Antes
del 11 de septiembre, podía cruzar a Arizona desde México simplemente diciendo
'ciudadano estadounidense'", comentó Garino. Pero actualmente las cosas no
son tan fáciles, pues ahora es necesario un pasaporte para poder cruzar la
frontera.
Garino le platicó a Mary Harris que la línea divisora
de Nogales ha evolucionado a lo largo de los años hasta obtener una “cerca
metálica de bolardo, [hecha de] acero grande y grueso de 4 a 6 pulgadas de
ancho, y en algunos lugares de 18 a 20 pies de altura”. En un principio estos
cambios no había provocado complicaciones, pero el problema con el muro se
presentó en otoño, cuando el ejército de los Estados Unidos agregó un cable de
concertina a la estructura, “un tipo de alambre de púas que encontrarías en las
cárceles o en un campo de batalla”. Dicho suceso le resulta preocupante al
alcalde, pues le alarma que alguien intente escalar la pared y termine entre
todo ese alambre, sobre todo porque el cable es difícil de ver desde el lado
mexicano de la frontera.
En suma, Arturo
Garino expresó su inconformidad y preocupación sobre las medidas tomadas por la
administración Trump. El asunto de la muralla de metal era tolerable, pero “lo
que están haciendo ahora es muy preocupante y no está bien”, comentó.
FUENTE: Harris, Mary. “This Border
Town Mayor Wanted More Roads. What He Got Was Razor Wire.” Slate. 02-12-19.
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