
Dentro del Informe de 2019 se menciona que los menores no
acompañados son particularmente vulnerables. A nivel mundial, el número de
menores no acompañados aumentó casi cinco veces, de 66.000 en 2010-2011 a
300.000 en 2015-2016, de acuerdo con UNICEF. Los niños son particularmente
vulnerables a la explotación y el abuso, mientras que sus necesidades
educativas son frecuentemente insatisfechas.
El informe revela que cerca de 50.000 niños de El Salvador,
Guatemala, Honduras y México fueron detenidos cada año en promedio en la
frontera de los Estados Unidos entre 2013 y 2017. Además, en México, 35.000
menores, más de la mitad no acompañados, fueron recluidos en centros de
detención sin educación organizada.
Los mecanismos existentes son a menudos fragmentados o
demasiado complejos para satisfacer las necesidades de los inmigrantes y los
refugiados, sin embargo, el informe dice que se tiene un compromiso global para
no dejar a nadie atrás, y plantea siete recomendaciones para apoyar a los
migrantes y refugiados:
1. Proteger el derecho a la educación de los migrantes y las
personas desplazadas
2. Integrar a los migrantes y a las personas desplazadas en
los sistemas nacionales de educación
3. Comprender y planificar para cumplir con las necesidades
educacionales de los migrantes y las personas desplazadas
4. Representar historias de migración y desplazamiento en la
educación de forma realista para desafiar los prejuicios
5. Preparar a profesores de migrantes y refugiados para
abordar la diversidad y la adversidad
6. Sacar partido al potencial de los migrantes y las
personas desplazadas
7. Apoyar las necesidades educativas de los migrantes y las
personas desplazadas en la ayuda humanitaria y de desarrollo.
FUENTE: UNESCO. “Migration,
displacement and education: BUILDING BRIDGES, NOT WALLS”. 2018.
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