50 aniversario de la matanza de Tlatelolco: el controvertido (y poco conocido) papel de la CIA en el conflicto estudiantil de 1968 en México

Alberto
Nájar dio a conocer en su artículo “50 aniversario de la matanza de Tlatelolco:
el controvertido (y poco conocido) papel de la CIA en el conflicto estudiantil
de 1968 en México”, publicado en BBC News
Mundo, que todos los días, durante al menos cuatro meses, la CIA siguió los
pasos del Movimiento Estudiantil que se desarrolló en México en 1968.
De acuerdo
con la información del autor, los reportes de la matanza, se enviaron a
Langley, lugar donde se encuentra la Agencia Central de Inteligencia de Estados
Unidos y además expone que algunas
copias de dichos reportes también los recibió el entonces presidente de México
Gustavo Díaz Ordaz. Según documentos secretos del gobierno de Estados Unidos,
desclasificados en los últimos años, la CIA tuvo una fuerte influencia en las
decisiones del mandatario hacia las protestas estudiantiles. El presidente
mexicano creía que los movimientos estudiantiles eran parte de un complot
comunista y la agencia estadounidense lo respaldaba.
Kate
Doyle, directora de análisis de la política de Estados Unidos en América Latina
del Archivo de Seguridad Nacional, declaró a BBC News Mundo que “La CIA estaba
absolutamente convencida de que el movimiento tenía apoyo e inspiración no sólo
desde Cuba sino de la Unión Soviética”.

Debido a
la amistad que formó Winston Scott con los funcionarios mexicanos creó una red
de informantes en altos círculos políticos del país. La operación se llamó
LITEMPO y logró reclutar al menos a 12 agentes, entre ellos Díaz Ordaz y
Echeverría Álvarez, bajo sueldo de la CIA. No se sabe cuánto dinero recibían,
pues la información fue borrada de los documentos desclasificados, pero un dato
consultado por Sergio Aguayo menciona que la entrega para pagar a dos
guardaespaldas era de $ 400 dólares al mes.
El autor
del artículo cuestiona ¿por qué aceptaron unos cientos de dólares por colaborar
con la CIA? El académico Sergio Aguayo reconoce que aun “Es uno de los
misterios pendientes de esclarecer”, pero cree que una posible respuesta es que “no le daban importancia al dinero. Lo
aceptaban porque a cambio tenían la protección y la inteligencia que les daba
la CIA”.
Finalmente,
Alberto Nájar expone que en todo caso, LITEMPO fue una parte de la extensa red
de informantes de la Agencia en México, que incluía a la Dirección Federal de
Seguridad (DFS), una especie de policía política. La relación que crearon Winston
Scott y Gustavo Díaz Ordaz fue muy estrecha y además de compartir información
de inteligencia también compartían
ideología. Kate Doyle menciona que Scott “transmitía su ideología anticomunista
en todas sus conversaciones e informes” y que Díaz Ordaz pensaba lo mismo, es
por eso que “crearon un círculo cerrado de opinión que no les ayudó mucho a
entender realmente lo que pasaba en México en ese entonces”. El investigador
Sergio Aguayo coincide con la opinión de Doyle y agrega que la agencia
estadounidense “fortaleció la visión paranoica que tenía Díaz Ordaz sobre el
movimiento, al que consideraba parte de un complot del comunismo
internacional”.
FUENTE:
Nájar, Alberto. “50 aniversario de la matanza de Tlatelolco: el controvertido
(y poco conocido) papel de la CIA en el conflicto estudiantil de 1968 en México”.
BBC News Mundo. 02-10-18.
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