Durante
la segunda semana de abril de 2018 Mark Zuckerberg asistió a Washington para
testificar frente al Congreso de Estados Unidos sobre el caso de la fuga de los
datos de más de 87 millones de usuarios de Facebook en 2014, y a los cuales
tuvo acceso ilegal la empresa británica Cambridge Analytica, una compañía cuyo
negocio es (o era) la minería de datos para beneficiar a sus clientes, la
mayoría, políticos de Estados Unidos y Reino Unido. Los datos, explotados en
Estados Unidos por el equipo de Donald Trump, se utilizaron para aislar y polarizar
a los usuarios durante la contienda presidencial de 2016; al mismo tiempo, el
mismo modus operandi se presentó en el Reino Unido, en donde se promocionaron
plataformas a favor del Brexit. A pesar de que Facebook no se sometió a las
regulaciones del Estado y de que Zuckerberg prometió acrecentar la seguridad en
los datos personales de los usuarios, todavía siguen en pie una serie de dudas
respecto a la participación de Facebook, Cambridge Analytica y el equipo de
campaña del del actual presidente estadounidense Donald Trump en cuanto a la
fuga de datos. Para este hecho, un nuevo documental ha salido en la plataforma
Netflix y en algunos cines de Estados Unidos, llamado The Great Hack, que
“captura cómo el uso arrogante de los datos de los usuarios de Facebook en el contexto
del escándalo de Cambridge Analytica propone una amenaza a la democracia”.
A
pesar de que el documental no explora más a fondo ni “une los puntos” sobre la
colusión de este hecho con los organizadores de campaña de Donald Trump, sí
logra comunicar el poder de los datos personales y de las empresas que tienen
acceso a ellas, de modo que se explica, en el caso de Facebook, que estos datos
son usados para modificar la forma de pensar del usuario. Asimismo, si el espectador
está desinformado sobre los antecedentes del escándalo, The Great Hack
hace un buen trabajo resumiendo los puntos importantes, siguiendo como
personaje principal la ex directora ejecutiva de desarrollo de negocios de
Cambridge Analytica, Brittany Kaiser, (en la fotografía) quien en un momento llega a Nueva York a testificar
sobre la investigación del entonces fiscal especial Rober Mueller sobre la
interferencia de las elecciones del 2016. Es importante saber que Cambridge
Analytica se acercó a Facebook a través de una aplicación de la plataforma,
diseñada previamente en la Universidad de Cambridge por Aleksandr Kogan, pero
que después se presumía como una herramienta de investigación psicológica y que
apenas la descargaron 270 mil personas quienes también compartieron detalles personales
con la aplicación. La aplicación también era capaz de trazar información de los
amigos del usuario, incluso de aquellos que nunca aceptaron en su cuenta de
usuario, de manera que tuvo la oportunidad de acceder a los datos de más de 87
millones de personas. Cuando fue el juicio en 2018 de Cambridge Analytica, la
empresa le echó la culpa a Kogan, y éste a su vez, culpó a Facebook por “desviar
la atención de lo que es un sistema negligente y expositivo de los datos de los
usuario”. Sin embargo, Kaiser, autodescrita como una denunciante o una informante,
indica que la empresa se focalizaba en blogs, sitios electrónicos, artículos,
videos y publicidad específicamente para los “votantes persuasibles”, de manera
que los manipulaban para ver el mundo de la forma en que Cambridge Analytica
quería. Todos los datos recolectados también se usaron por los administradores de la campaña de Donald Trump, según un registro federal estadounidense de compra por $6 millones de dólares, sin embargo, los responsables han negado rotundamente su participación para con la compañía de Cambridge. No cabe duda de que es interesante que el documental, para demostrar el asalto a la democracia, no va directamente con Donald Trump, ni siquiera con Cambridge Analytica, sino empieza por Facebook Inc., y por su incuestionable influencia y poderío manipulador.
FUENTE:
Jesdanun, Anick. “Did Facebook
data help Trump? ‘Great Hack’ Explores Scandal”. AP News. 07-24-19.
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