Las
discusiones sobre la migración giran en torno a dos cuestiones morales: la
generosidad y el egoísmo. ¿Debemos ser caritativos con ellos o debemos de
enfocarnos en cuidar lo que es nuestro (“to
put America first”)? Más allá de esto, el autor del artículo recomendado y cofundador de la revista Vox, Matthew Yglesias, propone pensar en los beneficios económicos de este fenómeno:
¿Los inmigrantes representan un costo negativo para el país receptor? ¿La
migración es tan mala como la pintan algunos políticos y noticieros?
En
primer lugar, en el artículo “Immigration
makes America great” (lit. la inmigración que hace grande a Estados Unidos)
se menciona la especialización y diversificación de la economía en algunas
ciudades. Cuando un lugar tiene demasiadas personas con diversos gustos,
intereses y preferencias, es posible crear negocios que cubran esas
necesidades, los cuales, a su vez, generan empleos para toda esta gente.
Otro
punto importante está relacionado con los salarios. Yglesias explica que, en la
mayoría de los casos, los inmigrantes reciben menor salario y no compiten por
los empleos que la gente nacida en ese lugar busca. Generalmente, la llegada de
inmigrantes nuevos no afecta los salarios o puestos de la gente local, sino que
entran en conflicto con los inmigrantes que llegaron antes que ellos. Además,
la llegada de más gente crea nuevas oportunidades de empleo, generalmente
ocupadas por personas locales, que hablan el idioma y tienen la preparación
para ocupar puestos administrativos o gerenciales.
Yglesias
también argumenta en contra de lo que se considera un mito sobre la migración, que es la idea de que los migrantes son
una carga para el erario público. Contrario a lo que piensan muchas personas, los
inmigrantes en Estados Unidos pagan más de lo que reciben en beneficios y
servicios públicos. En muchos casos, por ejemplo, ellos paga un número de
seguridad social aún con el conocimiento de que son incapaces, debido a su
situación legal, de recibir lo que les corresponde por sus contribuciones.
De
igual forma, el artículo incluye evidencia de que los crímenes en Estados Unidos son
cometidos en su mayoría por gente nacida ahí o por la segunda generación de
inmigrantes. Según las estadísticas, los inmigrantes recién llegados tienen un
mejor comportamiento que un americano promedio. Sin embargo sus hijos, quienes ya han asimilado la cultura y ya han aprendido la cultura estadounidense,
presentan incidencias criminales casi iguales que las de la gente estadounidense.
Finalmente, el autor del artículo se detiene a mencionar algunos beneficios culturales de la
migración, sobre todo en la cuestión culinaria y lingüística. Más adelante,
explica que tener a los inmigrantes con condiciones económicas estables y decentes tiene un impacto positivo
en la economía, en la medida en que el consumo local-nacional de estos siempre
se va a mantener fuerte.
FUENTE: Yglesias, Matthew. "Immigration Makes America Great". Vox. 03-08-17.
Comentarios
Publicar un comentario