
Los autores explican que el término surgió entre los
hispanos más jóvenes y más progresistas, así como entre académicos, escritores
y defensores de los derechos civiles, para expresar la inclusividad y reconocer
la diversidad sexual, étnica y racial de los hispanos. La palabra es
pronunciada como “Lah-teen-EX” y, a diferencia del "latino" o
"latina", no se refiere a ningún género específico.
Algunos académicos han señalado que hay latinos que
no se ven reflejados en la palabra, pues consideran que es un intento elitista de borrar una historia de
roles de género más tradicionales, o como una distracción de otros problemas
apremiantes que enfrentan los latinos en los Estados Unidos. Según testimonios
presentados en el artículo, David Bowles, autor y profesor asistente de la
Universidad de Texas Rio Grande Valley, aunque es partidario de usar “Latinx”
“estando a solo unas millas de la frontera con México. Si bajara a la taquería
local, no sabrían lo que está diciendo si usará el término”, dijo. Por otra
parte, Motecuzoma Sanchez, un activista político en Stockton, California, que
trabaja en defensa de la comunidad, responsabilidad policial y gubernamental,
ve a “Latinx” como una "identidad de moda" adoptada por la élite. Él
considera que la discusión alrededor de este tema no es crucial, pues indica
que los latinos siguen luchando cuestiones más prioritarias como el avance
educativo, el encarcelamiento, el embarazo en la adolescencia, la brutalidad
policial, las prácticas bancarias depredadoras, la discriminación, el crimen y
la violencia, etc.
Los autores del escrito comentan que los partidarios
del término señalan que, en su experiencia, gran parte de la resistencia
proviene de hombres latinos, mientras que los defensores incluyen a aquellos
que quieren aumentar la conciencia de género como no binarios, incluidos
aquellos que se identifican como homosexuales, queer o transgénero. Además,
agregan que los defensores de “Latinx” argumentan que la estructura de género
del español privilegia a los hombres de muchas maneras: por un lado, los
términos masculinos se usan a menudo para describir los rasgos dominantes. Los
usos simples y cotidianos de los pronombres de género reafirman las relaciones
sociales en las que las mujeres son consideradas inferiores.
Otro aspecto que resaltan los redactores del articulo
es que según estudios, se ha encontrado que el lenguaje de género puede
reforzar las desigualdades existentes entre hombres y mujeres y que esto puede
incluso afectar la productividad económica. Con base en un estudio realizado
por un investigador de la Escuela de Diseño de Rhode Island que estudia el
papel de las normas y la identidad, sugiere que los países que hablan idiomas
con género tienen menos igualdad de género que los países que hablan en idiomas
sin género, particularmente en términos de participación económica.
Como conclusión, Sthephen Nuño Pérez y Gwen Aviles indican
que los académicos que hablaron con NBC
News dijeron que “las personas tienen derecho a identificarse como lo
deseen, pero que las cosas se vuelven complejas cuando las instituciones, como
los medios de comunicación, el gobierno o las universidades, privilegian un
conjunto de términos de identidad sobre otro”.
FUENTE: Nuño, Stephen y Gwen
Aviles. “Is 'Latinx' elitist? Some push back at the word's growing
use”. NBC News. 03-07-19.
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