Los miembros de la Cámara de Representantes regresaron al trabajo legislativo después de sus vacaciones de verano. Volvieron a una feroz lucha por el financiamiento del gobierno antes de la fecha límite del 30 de septiembre, con solo 12 días de trabajo legislativo en el calendario. Esa lucha deseperada también está enredada ahora con las demandas de los extremistas republicanos de destituir al presidente Joe Biden, aunque incluso los miembros de su propio caucus admiten que no hay motivos para tal juicio político, y las amenazas a la posición continua de Kevin McCarthy (R-CA) como presidente de la Cámara. Este panorama de revancha legislativa republicana viene unido a la voz de más de 397 de seguidores del expresidente Donald Trump que han ido a la cárcel. Además de 500 más que han sido liberados bajo supervisión o libertad condicional por los acontecimientos del ataque al capitolio, según The Hill.
Lejos de negociar con McCarthy sobre el descanso, los miembros del Freedom Caucus parecen estar aumentando sus demandas a medida que se avecina el cierre a fin de mes, explica un análisis de la historiadora y substacker Heather Cox Richarson. Han insinuado que usarán votos de procedimiento para evitar que cualquier gran proyecto de ley de gastos llegue al pleno. El día 12 de septiembre el representante de Florida Matt Gaetz amenazó con "liderar la resistencia" si McCarthy trabajaba con los demócratas para financiar el gobierno.
De ahí que veamos en el panorama político que McCarthy se vea presionado para evitar un enfrentamiento mayor y acentir con el proceso de destituición al presidente Joe Biden, aunque según investigaciones no haya evidencia de que el presidente haya cometido "delitos graves y delitos menores" requeridos para un juicio político.
En resumen, el vocero McCarthy en el primer día de regreso de un receso de 45 días en agosto, en lugar de abordar las crisis presupuestarias, ha respaldado una investigación de juicio político contra el presidente Biden. El ataque y amenaza de juicio político y de investigaciones a su hijo Hunter Biden puede ser “un intento transparente de hacer un escudo de defensa al ex presidente Trump alejados de sus propios problemas legales al sugerir que Biden es igual de malo”. En este sentido, en el futuro mediático político electoral es posible tengamos dos presidentes enfrentando a cargos federales en investigaciones desde el poder legislativo y judicial.
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