
El análisis para el
blog
Follow the Money que hace
Council on Foeign Relations, hace ver la
necesidad de un
estímulo para un
equilibro parcial estandarizado ía estadounidense
de Goldman Sachs calcula el aumento del déficit fiscal entre el año fiscal 2017
y en cuanto a los tratados que acepte Estados
Unidos, en este caso, el de América del Norte (TLCAN). Según Sester, una
combinación de reducciones de impuestos y aumentos del gasto “elevará el
déficit fiscal de los Estados Unidos en 2% del PIB” (un número utilizado por
Paul Krugman, columnista en temas económicos del
The New York Times; puesto que el equipo de economel fiscal 2019 a 1.7% del PBI). Sester continúa en que “el coeficiente
estándar del FMI [Fondo Monetario Internacional], que relaciona los cambios en
el equilibrio fiscal con los cambios en el saldo externo, implicaría que el
déficit en la cuenta corriente de Estados Unidos aumentara hasta 4% del PIB. Para
Sachs, esto significa que Estados Unidos es, globalmente, “una economía
relativamente cerrada”. Sin embargo, las importaciones aumentaron
aproximadamente cuatro veces al ritmo de la demanda interna durante la
recuperación de la crisis mundial, por lo tanto, dice Sachs, “los efectos
indirectos externos de un estímulo fiscal de los Estados Unidos podrían ser más
pequeños que la norma mundial”. Pero este no es un estímulo fiscal, porque una
gran parte del recorte de impuestos se destinará a recompras, pagos especiales
de dividendos y similares, los cuales se pueden ahorrar y no gastar. Además,
avisa Sachs que “si ese patrón continúa, el país estaría estancado con la
deuda, mientras que los grandes socios comerciales obtendrían un estímulo, como
China, Japón o Alemania, grandes economías exportadoras”.
Setser, Brad W. “Trump’s
Tax Success Is at the Expense of His Trade Agenda”. Follow The Money. Council on Foreign Relations. 02-15-18.
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