El 27 de enero de 2017, el presidente Donald Trump reprodujo lo que a principios 1917 promulgó el Congreso de Estados Unidos para detener dramáticamente la inmigración: firmó una orden ejecutiva, cuya tarea consistió en suspender temporalmente la admisión de refugiados de Siria y otros países del medio oriente. Tal como hace ciento un años, la tarea ha incluido condiciones las cuales, finalmente, han favorecido más a los privilegiados que a los necesitados. Así, en 2017 y por primera vez, Estados Unidos ya no es el principal país que acoge y reinstala a sus refugiados, según un artículo del Centro de Investigación Pew, “ For the First Time, U.S. Resettles Fewer Refugees than the Rest of the World ”. El análisis, dirigido por Phillip Connor, investigador sénior en demografía e inmigración del Centro Pew, y Jens Manuel Krogstad, editor de la sección de “Hispanos, inmigración y demografía” para el mismo centro, realizaron un contraste en base en nuevos datos del Alto Comisionado de la