La National Security Strategy del
gobierno de los Estados Unidos está “afortunadamente desafilado”, así empieza
el artículo de Zalmay Khalizad, consejero
en el Centro de Estrategia y Estudios Internacionales y miembro de The National Interest; ahí se comenta
cómo la administración del presidente Donald Trump dirige la política y la
imagen de Estados Unidos a nivel mundial. Intitulado “A Realist National Security Strategy”, Khalizad destaca que el
sello distintivo de la
Estrategia de Seguridad Nacional (NSS
por sus siglas en inglés) es el "realismo con principios" (o principled realism), una idea la cual,
según el articulista, marca “un cambio decidido respecto de las políticas de
los dos predecesores inmediatos de Trump. El presidente Bush, con su agenda
expansiva de libertad, le dio una alta prioridad al uso del poder de los
Estados Unidos para promover la libertad y la democracia. El presidente Obama,
menos comprometido con la idea del excepcionalismo estadounidense Trump por el
contrario, representa un regreso al realismo”. Para él, la administración de
Trump, merece crédito, puesto que evita “la trampa” que equipara la estrategia
con una lista de objetivos “deseados, desconectados de las realidades y los
límites del poder”, y aclara que, en el pasado, la National Security Strategy a menudo consistía en “agregaciones
ascendentes de políticas, que básicamente se unían y se etiquetaban como una
estrategia, pero no comprendían marcos conceptuales reales ni ordenamientos de
prioridades”.
FUENTE: Khalilzad, Zalmay. “A Realist National Security Strategy”. The National Interest. 02-19-18.
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