Los números son un tema extensamente
discutido en relación al Tratado de Libre Comercio de América del Norte
(TLCAN), ya sea por parte de mandatarios preocupados por un déficit injusto, ya
sea por parte de figuras públicas defendiendo sus variados beneficios; lo
cierto es que la migración puede significar un beneficio para las economías
emergentes, sobre todo en el tema de las remesas. Drew DeSilver, articulista
sénior del Pew Research Center
muestra con números en “Remittances from
abroad are major economic assets for some developing countries” el impacto
que tienen las remesas, estimando a nivel mundial, en 2016, $574 mil millones
de dólares de regreso a los países de origen, siendo tres veces superiores a la
asistencia oficial para el desarrollo, según un informe del Banco Mundial. También
las remesas tienden a ser más estables que otros tipos de flujos de capital
externo, como la inversión privada o la ayuda al desarrollo. DeSilver indica
que, para cinco países, las remesas de los ciudadanos en el extranjero
equivalen a una cuarta parte o más de todo el producto interno bruto (PIB). Da
varios ejemplos, uno de ellos es Nepal, que recibió un estimado de $6.6 mil
millones de dólares en remesas, equivalentes al 31.3% de su PIB en 2016. Las
remesas del exterior también igualaron más de un cuarto del PBI para Haití y Liberia,
mientras que en otros nueve países, representó entre el 15% y el 25% del PIB.
DeSilver, Drew."Remittances from abroad are major
economic assets for some developing countries". FacTank. Pew Research Center. 01-29-18.
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