By Hans Lueders,
Jens Hainmueller and Duncan Lawrence, Department of Political Science, Stanford
University, April, 2017
Según un estudio realizado por la Universidad de Stanford, la ley de California que permite a
los inmigrantes indocumentados obtener licencias de conducir redujo el número de
accidentes de “hit and run” en todo el estado en un 7% en su primer año
de implementación.
Después de implementar la ley en enero de 2015, California vio una caída de
aproximadamente 4.000 casos de “hit and run” lo que se tradujo en un ahorro de $3.5 millones
en costos de reparación de vehículos para automovilistas que no eran culpables
en accidentes con conductores indocumentados que se daban a la fuga. Además, el hecho de que los automovilistas no
abandonaran el lugar del accidente, permitió dar atención médica a los conductores
indocumentados que en el pasado huían sin atención médica por miedo a ser
arrestados, al igual que a los heridos de los otros vehículos, mejorando la
seguridad pública en las vías de toda California. Debido a que la ley prohíbe a
los oficiales de policía reportar a los oficiales de inmigración a los
conductores AB 60. El estudio asegura que “los inmigrantes, con una forma válida de
autorización para conducir en el estado, tienen menos incentivos para huir
de la escena después de un accidente, ya que no temen su
deportación.” En su primer año de implementación
la AB 60 expidió más de 600,000 licencias de conducción a inmigrantes
indocumentados en el Estado.
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